sábado, 28 de diciembre de 2013

Patelo- Los 10 motores más pequeños del mundo

Los Ingenieros Alucinan y Quedan Sorprendidos

Patelo- Los 10 motores más pequeños del mundo


El vídeo del montaje del motor más pequeño del mundo se ha convertido en uno de los más populares de Youtube. Su autor es un jubilado gallego de 71 años que ha hecho de la mecánica en su pasión y trata de transmitirla a los chavales en colegios e institutos. Conocido con el apodo de "Patelo", José Manuel Hermo Barreiro es un genio de la mecánica en miniatura.



El vídeo es un prodigio de precisión y destila amor por la mecánica. Durante más de nueve minutos, la grabación muestra el montaje de "el motor V-12 más pequeño del mundo", desde las primeras piezas hasta su funcionamiento final. En apenas dos semanas lo han visto ya más de un millón de personas y ha dado la vuelta al mundo. Pero, ¿de quién son esas manos que aparecen en el vídeo?


link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=3YfTtGCsiD8

El autor es un jubilado de la localidad coruñesa de Noia. Se llama José Manuel Hermo Barreiro, tiene 71 años y todo el mundo le conoce como "Patelo". Este mecánico naval mayor, que trabajó durante muchos años como jefe de máquinas, se jubiló en diciembre de 2003 y desde entonces decidió dedicarse en cuerpo y alma a la pasión de fabricar pequeños motores. Los vídeos los ha subido su hijo a Youtube.

"Desde que me jubilé", nos cuenta en conversación telefónica, "llevo trabajadas unas 15.000 horas y he fabricado diez motores". "Cuando los ven", prosigue, "los ingenieros navales alucinan, no lo creen. Me preguntan si tengo maquinaria de precisión, pero sólo tengo un torno que tiene 80 años, y el resto es a base de limar".

El motor V12 del vídeo es uno de los que más trabajo le ha costado, dado el tamaño de las piezas. Patelo está convencido de que es el motor más pequeño del mundo. "Al menos que yo sepa", asegura, "porque hay un motor alemán que es de gasolina que tiene 87 cm3 y éste tiene 12 cm3". Se trata de un motor de inyección, tiene 261 piezas y 222 tornillos. "Y con todo", insiste, "funciona con tan solo una décima de presión, fíjese el ajuste que tiene que tener".

Miles de horas de trabajo


Fabricar este motor le ha llevado 1.220 horas de trabajo y de ellas, explica, "un tercio son en el torno y el resto es lima y ajuste". "Esto lleva mucha lima", incide. "Para que se haga una idea, la máxima holgura que hay de todas las piezas móviles de estos motores es entre una y dos centésimas, es decir, apenas es nada". "Y junto a todas esas piezas que se ven", continúa, "hay otras detrás que no se ven, que son plantillas útiles que hay que hacer para que las piezas salgan perfectas y que todo coincida a la perfección. Ésas no se ven, pero hay que hacerlas".

El motor que más trabajo le ha costado montar es el motor de 16 cilindros "Semiestrella Corazón", bautizado así por su nieta cuando vio la forma del artilugio. "Fue el más difícil", confiesa, "porque son cuatro motores que están en línea acoplados a un mismo cigüeñal y hay que sincronizar los cuatro para que funcione". "Es más fácil hacer un motor grande que uno pequeñito", asegura. El más laborioso fue una sala de máquinas de un barco en miniatura, que le llevó 3.000 horas de trabajo.


link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=YlY_zxgnMAg

"Es el trabajo que yo hago", resume, "pensando en los chavales, que no se deciden por lo que van a hacer. Voy a los institutos y quedan pasmados". Y todo comenzó poco antes de jubilarse, en 2003, cuando encontró un viejo torno, con más de 80 años, en una chatarrería. "Lo compré y lo mandé para aquí, pensando en mi jubilación y en lo que me iba a entretener", recuerda. "Lo reparé y con él estoy trabajando, es el que se ve en el vídeo".

Durante un tiempo, la pasión por construir motores le consumía la mayor parte del día, llegaba a estar 12 o 14 horas en el taller, incluidos los sábados y domingos. "Es que éste es un trabajo que te engancha", explica Patelo, "haces la primera pieza y lo quieres ver funcionando. Cuando me preguntan digo que no es paciencia, ¡lo que hay que tener es pasión! Está claro que tiene que gustarte ". "Ahora estoy haciendo un motor doble estrella, un motor radial de 10 cilindros, es un motor redondo".

El sueño de los motores

La vida de José Manuel Hermo Barreiro es la de un hombre de mar. Pasó más de diez años en Gran Sol y trabajó buena parte de su vida como jefe de máquinas y también como inspector. La pasión por la mecánica le viene de lejos, cuando era apenas era un adolescente. "Empezó a los 14 años tras arreglar una bicicleta de mi padre", recuerda. "Luego trabajé de herrero y el resto del tiempo iba a clase. A los 15 años me regalaron un libro de motores y me quedaba a dormir con él".

A los 16 años vio en un libro una máquina de vapor alternativa y se empeñó en construirla. Pasaba largas sesiones, hasta las 2 de la madrugada y después del trabajo, tratando de construir la máquina en la soledad del taller. Cuando la fue a enseñar a un profesor y sus alumnos, tuvo la mala fortuna de olvidar la válvula de seguridad y tuvo su primer accidente. "La máquina siguió tirando, se calentó y se estampó cinco o seis metros. Quedé ciego del ojo derecho durante tres días y algunos compañeros sufrieron quemaduras leves".


link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=hcszA50-B08

Su primer motor de verdad, a escala real, lo fabricó a los 22 años. "Un diesel de seis caballos", recuerda, "hice los planos, los moldes, mandé fundir y mecanicé todo en ese mismo taller. Lo hice para un primo mío, que vino de navegar con una pierna de palo y su medio de vida era un barquito de cinco metros. Salía a pescar marisco, con dos remos y le dije 'mira, te voy a hacer un motor'. El barquito anduvo 22 años funcionando, una alegría para la economía de aquel señor".

"En un motor es todo a base de grados, calaje, aperturas de válvulas...", asegura Patelo. "La parte más difícil es el árbol de levas, es el cerebro del motor, si no está bien hecho...". Cuando ha expuesto sus motores en miniatura, le han ofrecido dinero por él. Un ingeniero chino quedó maravillado con el motor de semiestrella y lo quería a toda costa porque no hay nada parecido en ningún lugar.

Los motores funcionan con aire comprimido - los hace así porque no quiere contaminar y para poder exhibirlos en espacios cerrados-, y están todos en su casa, pero tiene claro que alguna vez tendrá que exponerlos todos en algún sitio.

De momento se dedica a mostrar sus artilugios y dejar un poco de su sabiduría en los colegios e institutos que le invitan a hablar. Las nuevas generaciones están desconectadas del trabajo manual y de la costumbre de arreglar las cosas y saber cómo funcionan. "La mecánica se está perdiendo", asegura Patelo, "no tenemos mecánicos, tenemos recambios de piezas, ahora tienen que reparar una pieza y no saben hacerlo. Por eso yo quiero darle una inyección a esta juventud, que se queda estancada, a ver si cogen algo de afición".

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