viernes, 3 de enero de 2014

Inmigración en Argentina

La Inmigración Masiva. Introducción




Inmigración en Argentina







La expansión del modelo económico requería una gran cantidad de mano de obra, la Argentina antes de 1860 era insuficiente para las necesidades del momento.
Por eso, el gobierno nacional impulso activamente las llegadas de inmigrantes.Entre 1860 y 1916 llegaron a la Argentina 6.000.000 de inmigrantes.La mayor parte de ellos provenían de Italia y España.El resto, de Alemania, Inglaterra, Irlanda, Francia y Rusia, entre otro países.










Inmigración : Dos tipos de factores









Factores de expulsión, es decir las condiciones sociales y económicas de los países y regiones europeos que favorecían la partida de personas.




Factores de atracción, esto es, las condiciones del país al que se dirigían los inmigrantes, en este caso, en que situación se encontraba la Argentina entre fines del siglo xix y principios del siglo xx.






2014









Ocupaciones de los Inmigrantes y Crecimiento Urbano






Muchos inmigrantes esperaban poder o comprar o alquilar un terreno para dedicarse a la producción agropecuaria; algunos se instalaron en regiones rurales en Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y la Patagonia.La mayoría de ellos no logro. La mayor parte de las tierras pertenecían a grandes propietarios locales, siendo su precio, además era muy elevado.
La mayoría de los inmigrantes debieron instalarse en las ciudades y emplearse como asalariados o jornaleros. En las épocas de siembra y de cosecha, requería gran cantidad de mano de obra, y muchos migraban al campo.Muchos inmigrantes se convirtieron en obreros de los puertos, los ferrocarriles, los frigoríficos, la construcción, las industrias de alimentos, bebidas y tabaco, y otras.No estaban preparadas para recibir tanta población en tan poco tiempo.





decadencia







Inmigración : Causas








La población es escasa, las tierras son vacías, los europeos comenzaron a venir para acá, tentados por las interesantes ofertas de empleo y por el precio cada día más barato de los paisajes. Venían para trabajar duro, para ganar mucho dinero y a volver a sus pagos enriquecidos.Muchos volvieron, pero otros se quedaron.
Sobre todo italianos y españoles, rusos, sirios, suizos, alemanes…
De todas las partes llegaban inmigrantes.algunos decían q buenos aires paresia una nueva babel porque en sus calles se oían hablar todos los idiomas.




Europa







Cuando Emigrar se convierte en una cuestión cultural








ntre los años 2000 y 2001 se fueron del país unas 140 mil personas
¿Son contagiosas las ganas de irse del país? Algunos piensan que sí. En esa lógica la nueva ola de emigración no sólo estaría alimentada por los índices de desocupación y el caos político. Para los sociólogos hay una suerte de "efecto contagio" potenciado por las imágenes repetidas en los medios de comunicación y por ese aire a barco hundido que recorre cada mesa de café:
Desde Ezeiza se fueron (y no regresaron) 23.198 personas.
Un dato ilumina las dimensiones de este fenómeno: la población de argentinos que vive fuera del país. Ese "stock" es de 600 mil personas, y es el resultado de cincuenta años de crecimiento. Ahora, en algo más de dos años, se fueron unos 160 mil: una tercera parte de ese total que llevó décadas. Y si esa tendencia continúa también este año, tal como está previsto, en poco tiempo se habría duplicado los "expatriados".
En este caso el movimiento se concentra sobre todo en un sector: "Es un típico fenómeno de clase –dice Mármora–, y en este caso de clase media: no toca a los sectores populares; es la clase media que participó y se benefició en la fiesta de los `90, se fue cayendo y ahora se quedó con los pies afuera".
Entre los factores que activan este tipo de situaciones se cuenta la globalización además de la poderosa industria de la información: ambas cosas juegan un rol fundamental y naturalizan esta alternativa como vía de escape legítima, natural y exclusiva.
En este caso, la emigración se está dando especialmente entre los jóvenes más preparados y los de clase media
Las cuatro olas de emigración fuertes que tuvo el país fueron cortas y masivas pero ninguna tuvo la amplificación de ésta ni un escenario de crisis económica parecido. La primera fue en la década del 40 y fue sucedida por otras dos de tono político: una fue durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, cuando comenzaron las persecuciones en las universidades, y la segunda arrancó con la última dictadura militar. La última fue durante la hiperinflación del `89 pero "esa vez la causa más fuerte fue la inseguridad que sentían los ahorristas por sus cuentas y no el tema del desempleo", explica Mármora. En ese entonces, la tasa de desempleo era de apenas del 4 por ciento; ahora hay un 22 por ciento de desocupación que espanta a la clase media. Con este nuevo perfil de exiliados económicos, Argentina se incorpora por primera vez a un proceso que otros países conocen desde hace décadas.
La situación cambió de signo en 1966 con el comienzo de la dictadura de Onganía. Fue entonces cuando se inauguró la tendencia emigratoria que persiste en nuestros días. Los regímenes de facto que tuvieron lugar entre el '66 y el '83 determinaron el exilio de muchísimos argentinos por razones políticas. La Vuelta a la Democracia Con la recuperación del gobierno democrático se establecieron políticas de retorno que resultaron poco exitosas. El número de repatriados fue bajo. Y el fenómeno que dio en llamase "Fuga de cerebros" continuó. Diecisiete años de democracia no pudieron revertir la situación.Los destinos preferidos para comenzar de nuevo fueron los Estados Unidos y Europa occidental en las primeras camadas de los años '60 y '70. Más tarde el horizonte se amplió a países como Venezuela, Brasil, México, Canadá, Israel y Australia. Las políticas de restricción de la inmigración en el exterior determinaron en muchos casos que sus puertas sólo se abrieran para recibir a los mejor preparados: universitarios, profesores, doctores. Los países receptores incrementaron de este modo su capital intelectual sin invertir en ello. Hay quienes entienden que este fenómeno representa una pérdida irreparable de recursos humanos para la Argentina. Otros opinan que aunque en el exterior, estos argentinos cumplen una función importante: ofician como embajadores.

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