Situación única se vivió en el duelo entre Estudiantes y Gimnasia. Carlos Maglio, cansado de la inmensa cantidad de patadas bruscas que protagonizaron lo que en principio era un amistoso, llamó a Licht y Desábato, los capitanes, y les dijo que los últimos 15 minutos los iba a dirigir sólo con la roja. "La amarilla no juega más", tiró y le entregó la tarjeta al cuarto árbitro.
"Había que poner límites o terminábamos con 50 amonestados", expresó el juez apenas se consumó el 1-1. De hecho, cumplió con sus palabras, ya que al rato de dejar de usar la amarilla tuvo que expulsar a Damonte por un patadón a destiempo. "Reglamentariamente se puede", se justificó Maglio, quien sentó un precedente en el fútbol argentino.
lunes, 27 de enero de 2014
Gimnasia y su violenta hinchada empata con Estudiantes
1/27/2014
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Insólito lo de Carlos Maglio que, cansado de las faltas bruscas, le dio la tarjeta al cuarto árbitro y dirigió sólo con la roja. "Había que poner límites", dijo el juez, que al toque expulsó a Damonte y dejó a Estudiantes con diez jugadores.
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