domingo, 8 de junio de 2014

descendio el real madrid

descendio el real madrid

"El jurado declara al acusado culpable. Real Madrid Castilla, queda condenado al descenso a Segunda B". Y así terminó la temporada para el filial blanco, que vivió un juicio en el último partido del curso, en el tribunal de la Nueva Condomina. Los 90 minutos fueron una exposición de los delitos cometidos durante todo el año y que han desembocado en el descenso.
El Murcia, que hizo los deberes y se asegura el primer puesto de los clasificados para los 'playoffs', concentró en su ser a los otros veinte equipos de Segunda división e hizo de fiscal para ajusticiar al Castilla. Su alegato de apertura fue brutal. Expuso los hechos con un ejemplo clarificador. En el minuto 18, un córner botado por Saúl voló hasta el segundo palo para que Mauro dos Santos cediera de cabeza el gol a Kike García. Gol a balón parado. La prueba era irrefutable. El filial era culpable. Eso sí, el máximo goleador del Murcia estaba en fuera de juego -como demuestra la imagen de televisión de arriba-.
Y eso que Pacheco, abogado del diablo, se empeñó una y otra vez en deshacer el nudo de la soga que el propio Castilla se había encargado de apretar. Dejó tres paradas de gol en la primera mitad y era el único recurso del filial para pensar en la salvación. Él y Medrán, el más activo hasta que Manolo Díaz le sacó del campo, que se dejó la voz gritando: "¡Protesto!", pero todos sus reclamos fueron denegados.
El siguiente en prestar declaración fue William José, que aunque llegó en invierno se sabía bien la lección. "¿Es cierto que el Castilla ha perdonado goles como para estar salvado en abril?". Y Willian José tiró flojito, desde la frontal del área pequeña, a las manos de Casto. Mientras, el Murcia seguía picando, con Saúl y Tete formidables en las bandas. Y en la segunda parte, con el Castilla volcado, los grana seguían amenazando con dar la puntilla al filial en cualquier contra. Wellington Silva mandó a poco del final un balón al palo que era el mazazo definitivo.
El filial dejó su línea de defensa y enloqueció
Pero no hizo falta, porque el acusado dejó su línea de defensa y enloqueció. Provocó tanganas cuando el tiempo se le escurría de los dedos y dejó de hacer una guerra para librar once distintas. Los de Julio Velázquez, más veteranos, con pelos en las piernas y en otras partes, hicieron todo lo posible por evitar que se jugase. Normal, les valía. El objetivo local estaba cumplido y Casto seguía parándolo todo. El Murcia se jugará el ascenso con ventaja de campo y el sueño de Primera está más vivo que nunca.
En el patíbulo estaba el Castilla. El descenso no fue culpa de la derrota en Murcia. Pero el partido fue un epílogo perfecto para lo que fue la temporada del filial madridista. Una gran generación que se echa a perder, que arrastra al Madrid C a Tercera división y hace peligrar el futuro de un brillantísimo Juvenil A.
El balón parado le dolió y la falta de gol le dejó roto, pero el equipo venía ya herido de muerte por la malísima planificación de aquel que fichó descartes y recortes de otros equipos que no han jugado más que cualquiera de ustedes. 'La Fábrica' debe reconstruirse desde los cimientos.


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