7. Acelerador de Partículas abandonado en Protvino: A no muchos kilómetros de Moscú, en la localidad de Protvino, se decidió en los años 80 poner en marcha un acelerador de partículas. Con la desintegración de la URSS, la ciencia fue otra de sus víctimas y la construcción del acelerador quedó abandonada.
6. Ciudad petrolera en Azerbaiyan: A 42 kilómetros al este de la costa, se construyó en 1949 una plataforma petrolífera. En 1960 se comenzaron a construir viviendas, hostales, tiendas etc. Se construyó una población en donde vivieron 2000 personas en mitad del mar. Al principio, un barco petrolero transportaba el crudo a tierra firme, hasta que en 1981 se construyó un oleoducto. Allí se hacía vida relativamente normal. Más tarde se decidió, crear unas instalaciones completamente nuevas, pero el volumen de trabajo en la plataforma fue cayendo. A día de hoy da una sensación de abandono aunque siga albergando a gente allí.
5. Estación para el estudio de la ionosfera en Zmiev: En la región ucraniana de Jarkov se alzaba este importante centro científico, en donde hoy sólo quedan estructuras gigantes de hierro oxidado. En época soviética Jarkov era un importante centro científico, pero con el final de la URSS el desmantelamiento de la ciencia fue una realidad. El nuevo estado ucraniano no vio utilidad a este centro y lo cerró. Hoy queda una campo abandonado de antenas, al que van turistas a hacerse fotos.
4. Mina de Fosforita Lopatinsky, en la región de Moscú: A 90 kilómetros de Moscú se encuentra abandonada esta mina en uno de los mayores depósitos de Fosforita de toda Europa. La mina se comenzó a explotar en los años treinta, y fue abandonada en los 90, dejando allí toda una serie de gigantescas grúas y demás maquinaria pesada. Hoy es un lugar de peregrinación turística, no sólo por ver toneladas de maquinaria oxidada, sino por el extraño paisaje producto de la actividad minera.
3. Silos de misiles en Kekava, Letonia: En un bosque cerca de Riga, pero de lejos de miradas indiscretas, existía una instalación militar secreta que hoy se encuentra abandonada. La instalación fue construida en 1964 con el objetivo de almacenar, y ser plataforma de lanzamiento de misiles de medio alcance. Toda una red subterránea de bunkeres y pasillos conectaban los 4 silos. La República de Letonia se hizo cargo de la instalación tras la desintegración soviética, dejando abandonada aquella base. Hoy se encuentra parcialmente inundada de agua. También quedaron restos de combustible que pueden conllevar problemas para las personas aventureras que se acercan, aunque esto no impide que muchas vayan a saciar su curiosidad.
2. Base submarina en Balaklava, Crimea: En esta ciudad rusa se encuentra abandonado uno de los secretos de la Guerra Fría. Construida bajo tierra, era una gigantesca base militar con capacidad para albergar hasta 14 submarinos. Construida debajo de una colina, y equipada para soportar una bomba nuclear de 100 kilotones. Tenía una puerta de entrada y al otro lado de la colina una puerta de salida, con todo un entramado de diques, canales y muelles. Fue construido entre 1953 y 1961, y hubo que sacar toneladas y toneladas de roca de forma secreta. Con la disolución de la URSS la base fue entregada a Ucrania, que abandonó su uso. Las autoridades ucranianas anunciaron hace una década la construcción de un museo que nunca llegó. Ahora, que Crimea vuelve a ser territorio de la Federación Rusa, habrá que ver que uso se le da a esta obra maestra de la ingeniería.
1. Radar "Duga": Este gran amasijo metálico se encuentra en Pripyat, Ucrania. Tardó 5 años en construirse y su misión era detectar el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales, de manera que cualquier misil lanzado desde cualquier parte del mundo fuera detectado a tiempo por las fuerzas soviéticas. Se construyó en las inmediaciones de Chernóbil con el fin de abastecer de electricidad los 800 metros de longitud por 150 de altura que tiene este complejo. Para los radioaficionados en los años 80, era todo un enigma escuchar en una emisora de onda corta una serie de golpes ininterrumpidos, era la conocida como emisora del "Pájaro Carpintero", producto de las emisiones de esta instalación. El accidente de la planta nuclear acabó para siempre con el funcionamiento de este radar. Hubo otras dos estaciones similares a esta, una en Nicolayev y otra en Komsomolsk on Amur. En su día existía el rumor de que el objetivo que tenía aquel amasijo de hierros era el control mental de los ciudadanos, pero una vez desclasificada su función se derrumbó aquella afirmación sin ningún fundamento.
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